“Todo esfuerzo tiene su recompensa”
Es una tarde cualquiera de Julio, llamo a mi compañero por teléfono, tenemos una ventana de 3 días que no podemos desaprovechar para poder escalar la Cassin al espolón Walker de las Grandes Jorasses en el Macizo del Mont Blanc.
El año anterior nos tuvimos que bajar, un sinfín de hechos y circunstancias hicieron que nos tuviéramos que retirar descendiendo más de un tercio de la pared, pero eso es otra historia.
Tras varias horas de furgoneta, cruzando Los Pirineos y toda Francia, Jordi y yo nos encontramos en Chamonix. La estrategia que planteamos, ya que los dos estamos sin aclimatar y que disponemos de tres días de buen tiempo, es la de picar dos vivacs. Preparamos todo el material que vamos a llevar (Cuerdas, friends, saco de dormir, esterilla, comida liofilizada para dos cenas y dos desayunos, crampones, piolet, etc).
Al día siguiente, un repaso a la mochila de ultima hora en el que comprobamos que llevamos un señor «piano» en la espalda y nos dirigimos a coger el tren cremallera hacia Montenvers. Una vez allí y como meros funambulistas, debido al peso de nuestras mochilas, descendemos como podemos por las escaleras metálicas que se dirigen hacia la Mer de Glace. Empezamos la que será la aproximación a la pared, cruzando entre morrenas y glaciares, a ritmo tranquilo durante casi 6 horas.
La aproximación pese a ser larga, es un espectáculo para la vista, rodeados de paredes, agujas y seracs enormes, «paseamos» por el glaciar viendo montañas míticas para la historia del Alpinismo; Los Drus, Aiguille Verte, Envers des Aiguilles de Chamonix, Dent du Geant, Mont Blanc y un largo etc. Y como no, nuestro objetivo, la Cara Norte de las Grandes Jorasses, el mayor precipicio de Europa con más de un kilometro de altura y según Gaston Rébuffat, una de las seis grandes caras norte de los Alpes.
La vía Cassin al Espolón de la punta Walker, de 4208m, fue abierta del 4 al 6 de agosto de 1938 por los italianos Riccardo Cassin, Luigi (Gino) Exposito y Ugo Tizzoni, inaugurando el segundo recorrido a la cara norte de las Grandes Jorasses, con un itinerario de 1.200 metros de longitud.
Pensando en como pudieron subir estos hombres con el material de la época uno se puede hacer a la idea de que estos hombres eran de otro planeta.
Al llegar a su base y mirar dónde nos encontramos, un extraño escalofrío nos recorre el cuerpo y nos ruboriza la piel, en pocas palabras esta inmensa mole de granito nos hace parecer enanos ante un gigante de proporciones descomunales.
Una vez aquí nos disponemos a comenzar la escalada, nos encordamos y empezamos cruzando la rimaya, que no ofrece resistencia, para acto seguido ir surcando un mar de piedras de dudosa consistencia y un gran nevero hasta llegar a la primera zona vertical. Esta, en tres largos nos dejará en la base del Diedro Rébuffat, que con una graduación de «6a» es la primera dificultad de la vía. Una vez que realizamos el diedro, y como habíamos decidido de antemano, nos disponemos a montar el que será nuestro primer vivac.
El segundo día será el más largo, por la mañana cuando aun no había salido el sol, nos despertamos por el paso de una cordada de franceses que vienen del refugio de Leschaux y que suben rápido y ligeros de peso. Nosotros desmontamos nuestro vivac y nos disponemos a escalar las viras ascendentes hacia el diedro de 75 metros, este espectacular y de una roca magnifica lo escalamos en tres largos, después llegamos al péndulo para acometer la zona de las dalles noires y poco a poco llegamos a la base de la torre gris.
En la base de la torre gris tuvimos un problema, ya que nos confundimos con la vira que da al vivac Cassin y perdimos una hora, menos mal que usamos «el comodín de la llamada» y lo pudimos solucionar. Una vez en el vivac Cassin nos dirigimos hacia la arista, y cercana a esta, superamos varios largos de roca buena para llegar al nevero superior que da paso a las chimeneas rojas. Estas las encontramos delicadas y difíciles, cubiertas de una capa de fino hielo.
Aquí, Jordi, se tiene que exprimir al máximo y darlo todo para poder superarlas, el día ha sido muy largo y nos encontramos muy cansados, a mi la altura me esta pasando factura y además la noche anterior no he podido dormir mucho, menos mal que mi compañero esta a la altura de las circunstancias y pese a su juventud va resolviendo las dificultades que tenemos por delante.
Una vez superadas las chimeneas rojas, el día se nos va echando encima, además el tiempo ha cambiado y las rachas de viento se hacen insoportables y nos dificultan la escalada, así que en vez de continuar nos preparamos para realizar nuestro segundo vivac a unos pocos largos de la cima y al resguardo del incesante viento.
Este segundo vivac no nos resulta placentero, el viento no cesa y la nube se nos mete de lleno y no vemos a diez metros de distancia, al mal tiempo se une que las repisas son pequeñas y que nos hemos quedado sin gas cuando solo llevábamos medio litro de nieve fundida, así que no nos queda otro remedio que acurrucarnos en los sacos y sedientos pasar a duras penas, y tiritando, toda la noche.
El tercer día amanece igual que acabo el segundo, con viento, nublado y con frio, además de vez en cuando caen algunos copos de nieve. Las paredes de roca por donde tenemos que pasar estas cubiertas de una fina capa de verglás que nos dificultan mucho la ascensión, los crampones resbalan, pero superamos las dificultades accediendo a una estrecha goulotte que asciende paralela a la izquierda del espolón y a base de piolet tracción llegamos a la arista cimera.
Contentos y emocionados después de la escalada que hemos realizado, y aunque la cima esta cubierta de nubes que no nos dejan ver más allá de un palmo ni disfrutar de las vistas, nos damos un abrazo merecido.
Sin relajarnos, pues solo hemos hecho la mitad de la actividad, planteamos la bajada que ya es una actividad de envergadura por si sola y es la ruta normal que accede desde la vertiente italiana. Fue inaugurada en el año 1865 por Eduard Whymper y son alrededor de 2600 metros de desnivel positivo.
Bajarse de las Grandes Jorasses tiene lo suyo, y más si por culpa de la nube no ves por dónde vas, así que nosotros tirando de las indicaciones de la reseña lo dividimos en tres partes.
Bajamos por terreno descompuesto hasta el glaciar para cruzar por debajo del serac suspendido que se encuentra entre las cimas de las puntas Walker y Whymper. Después de haber cruzado el Serac y ya en la arista que viene de la Punta Whymper, descansamos unos minutos justo antes de bajar por los rapeles que nos devuelven al glaciar y que cruzamos para llegar a la arista del Reposoir.
Llegados aquí, descendemos el Reposoir siguiendo las marcas de crampones que el paso de la gente han ido dejando en las rocas hasta llegar a una instalación de rapel sobre cordinos que nos deja al pie de un pequeño gendarme que bordeamos por su derecha. Desde aquí seguiremos bajando, mediante rapeles, hasta el glaciar de Planpincieux y finalmente llegar al Refugio Boccalatte que se encuentra a 2.804m.
Cuando llegamos al refugio, Sergio, el guarda, nos pregunta de donde venimos, le nombramos que venimos de la Cassin de las Grandes Jorasses. Al momento corre dentro del refugio, y sin nosotros habernos quitado siquiera las mochilas, nos saca dos cervezas y una foto con Riccardo Cassin, Luigi (Gino) Exposito y Ugo Tizzoni, de cuando llegaron, al igual que nosotros, a este mismo refugio después de haber realizado la primera ascensión.
Su hospitalidad y amabilidad hacen que nos sintamos como en casa, así que decidimos quedarnos. Nuestros cuerpos agotados después de la escalada se acomodan fácilmente al calor del refugio, la cena que nos prepara el guarda y el vino de Aosta hacen el resto.
Al día siguiente, sin mucha prisa y un par de horas, llegamos a la civilización. Un vecino nos acerca desde Planpincieux a Courmayeur dónde cogeremos el bus que nos devolverá a Chamonix, no sin antes celebrar con una buena pizza, que todo esfuerzo tiene su recompensa.
Tengo que agradecer al jabato de mi compañero, su esfuerzo y su tesón, ya que sin él esta actividad no hubiera sido posible.
Jordi!!! Por muchas más como esta!!!
Si quieres subir alguna cara norte con nosotros, visita nuestra sección de corredores y caras norte y ponte en contacto.
IMPRESIONANTE! Una linea de ensueño ?
Felicidades chicos!!!
Blog y fotos muy muy chulas?
Gracias! Fue una experiencia brutal! Próximo objetivo para ti? ?????
Me alegro que te haya gustado el blog y la página en general. Ya me dirás cosas que mejorar! ??
Yeah! Mi lista de objetivos no caben en este magnifico blog!
Poco hay que mejorar del blog… 90% perfecto ;)
Pues iremos tachando de la lista! ?????
Ese 10% lo iremos mejorando en breve!?
Jamás he hecho,ni haré,una cara Norte alpina, pero lo solo hay que ver vuestras caras después de la «brutal»experiencia…para intentar imaginarse lo que habéis visto y sentido.
«Los amigos, hay que hacerlos a partir de los 2000 metros, antes no me fío» Gastón Rebufat.
Cuando veo vuestras fotos, entiendo la frase que leí en un viejo libro de montaña…
Enhorabuena!
Fdo. Óscar,un abuelo, exmontañero ,ahora escalador de sillón.
Hola Oscar, gracias por tus palabras! Lo pasamos genial!
Fue una experiencia que nunca podremos olvidar!
Grandes y sabias palabras las de Rebuffat.?
Un abrazo grande!